Ignacio ha sido convocado, para su sorpresa, a un congreso en Criptana de lectores exaltados. Allí conocerá a una galería de incurables adictos a la lectura que están en posesión de una historia deseosa de ser contada. Ignacio se convertirá en destinatario azaroso de esas historias hasta que empiece a vivir la suya cuando oiga los pasos de Laura en la llovizna.