Un thriller político e informático con personajes que se parecen mucho a una vicepresidenta concreta y a un ministro concreto. Una historia de insólita confianza entre desconocidos que pone al descubierto la soledad y la violencia del poder en todas sus formas. ½No hay fortaleza inexpugnable ni prisión que no contenga un defecto.+(Mercedes Soriano, Historia de no, Alfaguara, 1989). Así piensa el hacker que se infiltra en un ordenador ajeno con la intención construir una relación que salve a un amigo de las redes oscuras del tráfico de información confidencial. ½No hay fortaleza inexpugnable ni prisión que no contenga un defecto.+ Así piensa la vicepresidenta del gobierno, que todavía no ha perdido la esperanza en el cambio. ½No somos más que bolas de billar en un tablero que obe- dece siempre a la misma cascada de causas y efectos+, pero, en contadas ocasiones, una leve objeción o, incluso, una omisión puede cambiar el rumbo de las cosas. Nunca creeríamos que una persona normal pudiera estar ½dispuesta a jugarse su expectativa de una vida razonable y no sobresaltada+, pero hay excepciones. Porque a veces la intensidad del deseo acaba con toda prudencia. A veces no podemos contener nuestras ganas de saber.