Marialuz Escribano Pueo (Granada, 1935) es un claro ejemplo de lo que se ha dado en llamar "literatura sumergida", la escrita fundamentalmente por mujeres que, pese a su calidad, no han disfrutado de la presencia en las esferas del poder cultural. Su poesía logra la complicidad con la persona normal de la calle que siente, vive, ama y recuerda.