"Ahora mismo, alguien, en algún lugar, está siendo cancelado. Tuits improvisados o bromas «inofensivas» en la oficina pueden destrozar vidas. La izquierda condena a la derecha y el fanatismo de las viejas élites. La derecha se queja de lo políticamente correcto. En realidad, ambos bandos se confabulan en una política reaccionaria tan contraproducente como divisiva. ¿Puede la izquierda escapar de este extremismo y mantenerse fiel a los ideales progresistas que una vez profesó?