Todo el ir y venir de Cristo resucitado entre los apóstoles y los discípulos, durante cuarenta días, es un esfuerzo por hacerles entender que no están soñando, que están viviendo una realidad.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.