EL CAMARÍN DEL DESENGAÑO. JUAN DE ESPINA, COLECCIONISTA Y CURIOSO DEL SIGLO XVII

EL CAMARÍN DEL DESENGAÑO. JUAN DE ESPINA, COLECCIONISTA Y CURIOSO DEL SIGLO XVII

RECETAS IRRESISTIBLES

REULA VAQUERO, PEDRO

35,01 €
IVA incluido
No lo tenemos, pero intentaremos consegu
Editorial:
CENTRO DE ESTUDIOS EUROPA HISPANICA
Año de edición:
2019
ISBN:
978-84-15245-82-7
Páginas:
536
Encuadernación:
Otros
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Juan de Espina Velasco (1583-1642), hidalgo madrileño y clérigo de órdenes menores, ha pasado a la historia primero como protagonista involuntario de dos comedias de magia dieciochescas del dramaturgo José de Cañizares y, ya en el siglo xx, como el enigmático y celoso poseedor de los manuscritos de Leonardo da Vinci que hoy conserva la Biblioteca Nacional de España. Su primera fama, la de nigromante, proviene de las habladurías que ya en su época se vertían acerca de las actividades lúdico-científicas que organizaba en su casa en forma de espectáculos de magia natural donde, mediante la disposición de cierta tecnología, ponía a prueba la credulidad de los asistentes. Asimismo, pretendió restablecer el perdido género enarmónico, aquel que ordenaba la escala musical de manera perfecta y matemática, y con el que se decía que los músicos antiguos obraban maravillas sobre la naturaleza y los ánimos de los hombres. Además de los códices de Leonardo, su casa albergaba una exquisita colección de libros, pinturas, piezas de orfebrería y marfil, en fin, todo lo que bajo las categorías de naturalia y artificialia cabía en lo que hoy entendemos por una cámara de las maravillas y que en España se conoció, fundamentalmente, como camarín.

Las fuentes documentales y literarias describen a Juan de Espina como un hombre polifacético en sus aficiones, extravagante por haber reunido los fatales instrumentos del ajusticiamiento de Rodrigo Calderón y loco por querer desprenderse de los tesoros que había acumulado. Una lectura a la luz de la doctrina neoestoica aporta una cierta coherencia a este tipo de personaje aparentemente contradictorio que representa Espina, la del curioso o virtuoso que buscaba la sabiduría en el conocimiento de la verdad y la virtud en el desengaño de las apariencias terrenales.