GP.EL HECHO RELIGIOSO DIARIO

IntroducciónAteos, escépticos y humanistasNi vincha ni kipáEl primer poemario de BousoñoArte y religión en PicassoZugunruheCultura, industria y religiónAlguien me deletreaUmberto Eco y el final del laberintoLaicidad y trascendenciaHarper Lee y el amorEl sueño de un ancianoArtificiosa vida felizCiencia y serendipiaGuerras de religión, guerra a la religiónEl bautismo de los intelectualesLa obra arquitectónica de Zaha HadidEl sacerdocio de la bellezaFilosofía para la vidaLa torre de MontaigneCosas de la corte británicaMemorias de ÁfricaDe Armenia a CompostelaA cada una por su nombreCiencia y felicidadCinco siglos de UtopíaLa Quinta de SelgasFuego en la nocheLa esclavitud del agradecimientoEntre dos océanosAbandonadosLa fe de Norah BorgesLo más cool en arquitecturaUniversidades católicasLa mirada de TeresaCátedra de los no creyentesChillida y el horizonte de la feDeporte, religión y culturaLa Biblia de DanilaDario Fo y DiosÓscar de Arquitectura SacraVioletas de noviembre y el Cantar de los CantaresLa descendencia cristiana de AmaterasuLibro blanco del Camino de SantiagoObermaier y el árbol de la humanidadSi existes...Herederos del antiguo EgiptoLa ruta de StevensonBacon y el grito de la carneEl remolino del tenisLa colina de la SeñoraUn jesuita en el TíbetNueva edición del misalUna feligresía de hatersLa misa de la televisiónLa poesía de Gerard Manley HopkinsSi esto es un hombreHumanidad y desarrolloAzorín lectorUn pan con cuerpoCubículos del almaDios, aún necesarioDios en el trasfondoEl fútbol italiano y Ana FrankEl centro real de EuropaBiografía intelectual de BergoglioJe te prometsPrensa y humanismo cristianoNavidad apasionadamente pensadaEl fruto de la guerraLa cabaña de WittgensteinAmor irresistible a lo infinitoHistoria de una parroquiaFeijoo hoy: para saber verLa obra poética de Galo FernándezGenocidio femeninoTemplos de papelLa Biblia, gran código de la humanidadDomingo y legislación laboralÍndice onomásticoÍndice toponímico

Los periódicos no pertenecen a lo que se denomina "literatura canónica". Pero ¿acaso la captación de los momentos relevantes de cada día no se asemeja a lo que, en aquellas lejanías, hicieron los autores de las Sagradas Escrituras? Se ha dicho que la lect