JESUITAS EN LA FRONTERA

 
Prólogo. El alma secreta de la historia, de Pedro Miguel Lamet
Agradecimientos
Introducción
 
I. La construcción de un ideal misionero
1. La campaña misionera desde Barcelona
2. Del entorno satélite de los jesuitas en Barcelona
            La medalla de Francisco Dardichón
El papel de las madres: la vocación jesuita de Javier Sierra
Del colegio a novicio misionero
3. El noviciado de Cochabamba
La adaptación cultural de los novicios bolivianos
Las estampas de los novicios de una década
De los últimos novicios españoles enviados a Cochabamba
 
II. El impulso de los cambios
1. La formación en tiempos del Concilio Vaticano II
La ebullición de los cambios
La misión como transformación del orden social
Desde el escenario eclesial de España
Las nuevas generaciones de jesuitas
2. Diáspora, 1970
La congregación provincial de 1970: la cuestión de la «bolivianización»
Teoponte y el exilio
3. La revolución sumergida de los hermanos coadjutores
Las barreras institucionales
La ocasión para las reivindicaciones
 
III. Las fronteras de la misión posconciliar
1. El escrito de Tiwanaku
El testimonio de Jimmy
La llegada a Tiwanaku
Las dificultades de la misión
El epílogo
Después de Tiwanaku
2. Las quebradas de Toracarí
Los límites
3. La decisión del capitán
De maestro rural a promotor social
4. Las encrucijadas personales
Militante o jesuita
Un compañero que se va
5. Los destinos a ninguna parte
La llegada al mundo guaraní
Los mandatos inesperados
Desde un rumbo indefinido
Releyendo la propia historia
 
Epílogo
Bibliografía

Un llamamiento de Pío XII solicitando sacerdotes para combatir el comunismo y el protestantismo en Bolivia y Paraguay bastó para que, en 1950, la Compañía de Jesús en Cataluña movilizara a sus hombres y su entorno social para una nueva misión. La campaña consiguió aglutinar de tal modo aspiraciones personales y colectivas que, en apenas seis años, 152 jesuitas de la demarcación se embarcaron en el puerto de Barcelona rumbo a un país lejano y desconocido para ellos.De este modo arrancó una empresa colectiva en la que se fueron trazando las trayectorias personales de los jesuitas en Bolivia durante cinco décadas. En el marco de este escenario compartido, hombres de diferentes edades y procedencia se han visto en la tesitura de reconstruir de forma reiterada su visión sobre sí mismos, el mundo que les rodeaba, la institución eclesial, sus creencias religiosas y, como consecuencia, el sentido de aquella misión en la que sucesivamente fueron embarcando sus vidas. Todo ello tuvo lugar en un período de intenso cambio eclesial y social, marcado por el Concilio Vaticano II y las convulsiones políticas del país.