Prefacio: El acierto de Sócrates y de Kant.
Parte I: Neuroética.
Cap. 1: La neuroética: ¿Un nuevo saber?
Cap. 2: La promesa de una ética universal basada en el cerebro.
Cap. 3: No hay ética universal fundamentada en el cerebro.
Parte II: Neuropolítica.
Cap. 4: Contractualismo moral y político: ¿Una exigencia de la evolución?
Cap. 5: La democracia exige algo más que reciprocidad.
Parte III: La indeclinable libertad.
Cap. 6: El reto del determinismo neurocientífico.
Cap. 7: La terca libertad.
Cap. 8: Un apunte de neuroderecho: ¿Responsabilidad sin libertad?
Parte IV: El reto de la educación.
Cap. 9: Educar en la ciudadanía, contando con el cerebro.
Notas.
Bibliografía.
A comienzos del siglo XXI cobran fuerza la neuroética y la neuropolítica, empeñadas en descubrir las bases cerebrales de la conducta humana en lo moral y en lo político. Contando con la ventaja de conocer mejor el cerebro, se plantean de nuevo las grandes preguntas de la filosofía: +existen unos códigos morales inscritos en nuestro cerebro que nos permiten eliminar los códigos filosóficos y religiosos admitidos hasta ahora?, +apoyan los resultados de las neurociencias la construcción de sociedades democráticas abiertas, o más bien la formación de sociedades cerradas, que sólo internamente viven de la ayuda mutua?, +es posible descubrir los perfiles neurobiológicos de demócratas, republicanos, PSOE, PP, izquierdas, derechas, como promete el neuromarketing electoral?, +somos libres o estamos determinados a actuar por nuestro cerebro, un cerebro que según un buen número de autores funcionaría de forma tan mecánica como un reloj?, +es posible hablar con sentido de cosas tan importantes para la vida humana como responsabilidad y autonomía, bien y mal, o todo eso no es más que una ilusión? Y, por último, +qué se seguiría para la educación de las respuestas que pudiéramos dar a estas preguntas? El presente libro trata de responder a estas cuestiones críticamente, es decir, intentando discernir hasta dónde llegan las aportaciones positivas y dónde empiezan los límite