Tito siempre había sido un niño risueño y travieso. Tenía más amigos que dedos en las manos y tanta alegría que no cabía dentro de la casa. Pero un día amaneció muy enfadado...
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.