Presentación
Un latido de misericordia
Señor, no quieres vernos agobiados
La paz de tu presencia
Hijo en todos sus pasos
Fijaos en los pájaros
El brillo del oro
Mis hermanos menores
La fiesta del encuentro
Tú eres mi única hacienda
Tú esperas nuestra llamada
Mi madre y mis hermanos
Amarlos también a ellos
Los braceros son pocos
Cuando miro a mi hermano
La metáfora de la pesca
Juan éramos nosotros
Sed de ti
Nuestra vida sin término
Las palabras de Jesús son reveladoras, bellas, benéficas como la lluvia fina; son ráfagas de luz en nuestra senda.
