Ruthie Midona lleva años trabajando en la administración delcomplejo Providence, a la entera disposición de los adineradosresidentes y de las especies raras de tortugas que rondan por elcésped impecable. Sigue una rutina sin apenas cambios. Hasta queconoce a Teddy Prescott, el hijo del nuevo propietario de Providence,y su nuevo vecino. Alto, tatuado y con el pelo más maravilloso delmundo, Teddy está ahorrando para hacer realidad su sueño de abrir unsalón de tatuajes. Es la definición personificada del riesgo, y dejadeslumbrada a Ruthie a primera vistaà hasta que la confunde con unaancianita.Ruthie descubre la forma perfecta de vengarse deTeddy y su insultante primera impresión: las residentes másexcéntricas acaban de poner un anuncio (¡sí, otro!) en busca de unayudante personal a quien atormentar. Las Parloni tienen noventa años, son unas pequeñas amenazas andantes y ninguno de sus ayudantes hadurado ni una semana. Ruthie reconoce a un derrotista en cuanto lo vey está más que dispuesta a ofrecerles a Teddy.Para sorpresa deRuthie, Teddy demuestra ser el empleado definitivo y despliega suencan