España, 1810. Ha pasado ya un año de la batalla de Talavera cuando elya capitán Richard Sharpe recibe el encargo de apoderarse de unareserva de oro oculta en las montañas portuguesas. Gracia a ella sepodría salvar la crítica situación financiera del ejército deWellington. Para conseguirlo, Sharpe deberá enfrentarse a muchosobstáculos: a las experimentadas tropas francesas, a un fanático yferoz guerrillero español y a su bella pero peligrosa amante; y paraello será necesario todo su talento militar y la destreza en el campode batalla que lo distinguen como el más singular oficialinglés.
Después de un sinfín de batallas, acorralado en la ciudad amurallada de Almeida, Sharpe no duda en emplear cualquiertipo de estratagema y artimaña para alcanzar sus objetivos. Sinembargo, sus superiores no pueden tolerar impasiblemente sus pococonvencionales métodos... A no ser que la misión se cumpla con éxito.