Sara y Mateo deben catalogar la herencia de un matrimonio fallecido en accidente de tráfico tres años antes. Al entrar en su casa harán un insólito descubrimiento: el cadáver momificado de un hombre que parece haber muerto sin más, sentado allí, esperando quién sabe qué. Antes de notificar el hallazgo deciden investigar la casa y sus secretos; la vida de sus acomodados propietarios, la identidad del cadáver y, sobre todo, hasta qué punto puede tener relación con este el heredero de la fortuna y las obras de arte que contiene la casa. Se trata de un sobrino lejano que vive en Sudáfrica. Es anticuario, es fascinante y es extrañamente misterioso, libertino y amoral. De manera inevitable, las vidas de Sara y Mateo cambiarán tras conocerlo. Sentirán en sí mismos el mal y el amor, notarán cómo fuerzas contrarias los unen y los separan. Hallarán respuestas a las preguntas sobre lo que ocurrió y, tal vez, gracias a su búsqueda, habrán encontrado una ruta que les hable sobre sí mismos. Con El agua roja, Íñigo Eñaga nos sumerge en una trama hipnótica, medida al milímetro, con protagonistas in