Presentación1. El camino que me condujo como cristiana al zen Érase una vez...«Recoge mi corazón en mí hacia Ti»La tarea más noble de la razón¿Por qué unos ven y otros miran y no ven?En una humanidad cuya alma está subalimentada no puede prosperar ni DiosCeguera estructuralLa dimensión espiritual inherente a la naturaleza humana2. La maravilla del encuentro con otras culturas «Llena está toda la tierra de su gloria» (Is 6,3) Japón Nuestro conocimiento de la cultura japonesa es muy limitado Volver a casa3. La práctica del zen y sus frutos Un camino que lleva a descubrir algo esencial olvidado Cultivar el encuentro con Dios Descubrir una nueva lenguaGuía Proceso4. Zendo Betania en Brihuega Brihuega, la pequeña Toledo El olivo y el roble El banderín El manantial5. Zen y mística cristiana Luz del alma y equivalencias en el zenMás allá del pensar y su equivalente en el zenLas cosas son misterio y sus equivalencias en el zenCaracterísticas distintivas6. Discernimiento Criterios para un auténtico despertar Diferentes posturas ante la relación zen - fe cristiana Actitudes éticas7. Dimensión social8. Practicar zen como si no se practicaraLibros de la autora para ahondar más
Rescatar el valor del «entre» referido al ámbito compartido entre budismo zen y cristianismo -dice la autora- me parece una empresa difícil por varias razones (amplitud del tema, puntos de vista diferentes, etc.). No veo mejor manera de hacerlo que limitarme a contar cómo se ha ido dando en mí este «entre» y a qué descubrimientos, reflexiones, discernimiento, posturas y acciones me ha llevado. No es tiempo para posturas dogmáticas, sino de testimonios y discernimiento. Espero que este enfoque limitado pueda servir de ayuda en estos primeros tiempos de encuentro -teórico y práctico- entre dos grandes tradiciones espirituales de la humanidad que comenzó a mediados del siglo xx.