El periodo delimitado como campo de investigación del presente libro representa una de las etapas más trascendentes en la historia y el arte granadino. En la década de 1550-60, Granada y su provincia se encuentran en su momento de mayor esplendor, con el Palacio Imperial que crece a buen ritmo y la Catedral que ha terminado su capilla mayor como futuro panteón de la corona; las poblaciones más importantes han consolidado sus instituciones y definido políticamente sus espacios urbanos renovando los edificios esenciales, todo ello no sin fuertes confrontaciones y controversias.