La vida y obras de los catorce alcaldes granadinos que ocuparon el sillón de la plaza del Carmen en el periodo de veinte años que va de 1931 a 1951, y también las de otros personajes sin vinculación con la política pero con algo interesante que contar, sirven a Entrala como hilo conductor para dar a conocer la historia menuda de Granada en ese periodo de tiempo. Una historia de andar por casa, podríamos decir, pero que no difiere casi nada de la otra Historia, la que se escribe con mayúscula, la de España toda, que de los convulsos cinco años republicanos, pasando por los tres de feroz guerra entre hermanos que vinieron después, desembocó en la dictadura del general Franco y la larguísima posguerra con sus secuelas de hambres y miserias que marcaron a varias generaciones de compatriotas. Hay por eso mismo en este ameno volumen tragedia y sangre, la de los siete alcaldes que terminaron sus días ante un pelotón de fusilamiento, penurias y carestías de todo tipo, pero también hay alegría y regocijo ingenuo, narrado desde las vivencias de quien por entonces sólo era un niño con toda una vida por delante: el aut
