Todos estamos familiarizados con esa vocecilla interna que, de unamanera u otra, nos boicotea: nunca llegarás a nada, nadie te quiere,no eres una buena madre, no mereces ser amadoà Es posible que reprimir esos pensamientos ayude temporalmente y tal vez reduzca la frecuencia del dolor, pero no resuelve las emociones subyacentes, que seencuentran enraizadas en lo más profundo de nuestras mentes. Por másque intentemos pensar en positivo, esa voz crítica vuelve a emergeruna y otra vez.
La realidad es que no podemos cambiarla mayoría de nuestros pensamientos. En cambio, podemos relacionarnosde manera distinta con ellos. ¿Y si no hiciera falta acallar alcrítico interior?¿Por qué no desconfiar de nuestros propiospensamientos? Desde la sencillez y la verdad de la propia experiencia, Yong Kang Chan comparte técnicas de mindfulness para practicar elhábito de la incredulidad. Poniendo en duda la veracidad de lo quedice la mente, toda la experiencia vital se transformará.