ESTA Y SE LE ESPERA

ESTA Y SE LE ESPERA

ESBOZOS DE ESPIRITUALIDAD BÍBLICA PARA SACUDIR LA TIBIEZA

AYALA, LUIS

16,50 €
IVA incluido
No lo tenemos, pero intentaremos consegu
Editorial:
EDITORIAL PPC
Año de edición:
2023
ISBN:
978-84-288-4002-6
Páginas:
280
Encuadernación:
Rústica
Colección:
SAUCE
16,50 €
IVA incluido
No lo tenemos, pero intentaremos consegu

Introducción IReordenar la vida Preparados para el cambioReordenar nuestras pertenenciasLa piedra angularVivir el aquí y el ahoraExperimentar el vínculoEscuchar el silencioRedescubrir el tactoVencer al miedoSer ovejasLa felicidad es una esperanza IISeguidores en el camino Al principio del caminoModelos de referenciaVer y conmoverseSentirnos perdonadosUna gota en medio de un diluvioDando vueltas a esto del ReinoCargar con la cruzAbrazar la vulnerabilidadFidelidad y confianzaUn amor desconcertanteUna presencia nueva IIIComprometidos con el mundo La imaginación proféticaEncontrar a Dios en el sufrimientoCurar las cicatrices socialesAcoger al diferenteEjercer el poderSoñar una economía fraternaReconciliarnos con el trabajoDar sentido al ocioContribuir al bien comúnEl legado que queremos dejar IVCelebrar la esperanza El comienzo de un nuevo añoPasar a la otra orillaUn grito de esperanzaEl mejor regaloLa fiesta de la mesa compartidaUn amor de vasos comunicantesEl arte de vivir de verdadEl campo de la esperanzaDios, amor que desciendeQue no se nos escape la Navidad

Este libro se dirige, sobre todo, a las personas que en su itinerario creyente están en una situación de la que se puede decir, como de la temperatura, que no es ni de frío ni de calor. Dicho de otra forma, podemos mantener nuestras convicciones religiosas y cierto vínculo, pero corremos el riesgo de saborear menos la vida o de que esta discurra con más pena que gloria. Ante las cosas que suceden y que nos afectan, nos podemos quedar viéndolas venir, lejos de la intensidad con la que se puede llegar a vivir la experiencia cristiana.El riesgo de ser cristianos tibios es implicarnos poco, olvidando la pasión propia de una vivencia más profunda de la fe. En cierta manera, nos puede pasar lo que le dice el ángel a la Iglesia de Éfeso: «Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero» (Ap 2,3-4). Nuestra esperanza es que esa llama no se ha apagado del todo y puede reavivarse.