La familia de Pascual Duarte se cuenta entre ese reducido grupo de obras maestras sin las cuales no puede entenderse la literatura española de los últimos cien años. Tras su publicación en 1942 obtuvo un éxito fulgurante y casi instantáneo. El impulso renovador, la sobriedad del lenguaje y el realismo de un relato centrado en un destino individual que refleja la destemplanza de toda una nación son algunas de las características que la convierten en un clásico de las letras hispanas. Esta obra se enriquece con los extraordinarios dibujos que el pintor Antonio Saura realizó para esta edición conmemorativa del setenta aniversario de Camilo José Cela, y con un ensayo que aportó sobre ilustración y literatura titulado Crimen y capricho.