Este libro es fundamental para entender la evolución de las economías británica y francesa. Mediante un cuidadoso y agudo análisis comparado de los procesos de elaboración de las políticas económicas en esos dos países, el autor desarrolla un nuevo modelo de las relaciones entre la sociedad civil y el Estado, que hace hincapié en el papel fundamental que desempeñan las instituciones en la mediación de las ideas y los intereses políticos.