JESUS DE NAZARET EL CRISTO DE DIOS

JESUS DE NAZARET EL CRISTO DE DIOS

BARRADO, PEDRO

12,40 €
IVA incluido
No disponible
Editorial:
EDITORIAL PPC
Año de edición:
2008
ISBN:
978-84-288-1799-8
Páginas:
176
Encuadernación:
Rústica
Colección:
CRUCE
12,40 €
IVA incluido
No disponible

PRÓLOGO, de José Antonio Pagola
INTRODUCCIÓN
1. UN JUDÍO LLAMADO JESÚS, EL CRISTO DE DIOS
2. EL NACIMIENTO DEL MESÍAS
3. CONFESIÓN DE FE
4. EL APRENDIZAJE DE JESÚS
5. LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA DE JESÚS
6. DE NAZARET AL DESIERTO
7. LA FAMILIA DE JESÚS
8. EL REINO DE DIOS
9. LAS COMIDAS DE JESÚS
10. LOS MILAGROS DE JESÚS
11. LAS PARÁBOLAS DEL REINO
12. JESÚS Y LAS MUJERES
13. EL DIOS DE JESÚS
14. EL INCIDENTE DEL TEMPLO
15. LA MUERTE DE JESÚS
16. LA FECHA DE LA MUERTE DE JESÚS Y SU CELEBRACIÓN CRISTIANA
17. A PROPÓSITO DE LA TUMBA DE JESÚS
18. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
19. HISTORIA DE LA RESURRECCIÓN (I)
20. HISTORIA DE LA RESURRECCIÓN (II)
21. TÍTULOS DE CRÉDITO
BIBLIOGRAFÍA

No estamos ante un libro que aborde únicamente la historia de Jesús de Nazaret ni ante un pequeño tratado que exclusivamente trate sobre el Cristo de Dios confesado por los cristianos. Sus páginas nos hablan de Jesucristo, sin separar la dimensión histórica de la dimensión de la fe, sino integrándolas de manera espontánea y profundamente cristiana. Este libro habla del Jesús histórico acercándonos al Cristo de la fe, y presenta a un Cristo de la fe «de carne y hueso», gracias a su inserción en la historia de la Galilea de los años treinta del siglo I.
Se trata, pues, de ofrecer los grandes rasgos de la figura histórica de Jesús, de forma necesariamente sintética, para desde ahí poder vislumbrar la convicción creyente que confiesa a Jesús como Mesías, Hijo de Dios y Señor. En cierta forma es una invitación a repetir la experiencia de los primeros discípulos de Jesús, que de contemplarlo primeramente como un «profeta poderoso en obras y palabras» (Lc 24,19) pasaron a confesarlo después como «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28). La humanidad de Jesús -su encarnación- se convierte así en la vía de acceso privilegiada a su divinidad.