Al ver a Zenaida, los dieciséis años de Voldemar se inflaman en un amor súbito y apasionado. Pero este ½primer amor+ se verá dolorosamente truncado por un acontecimiento imprevisto, que confirma un melancólico supuesto: ½primer amor, primer dolor+. No se sabe qué admirar más en la novela: si el aspecto psicológico o el carácter de la protagonista. ½De todos mis tipos femeninos -decía Turguénev- el que más me satisface es Zenaida. Pude mostrar en él una persona realmente viva, coqueta por naturaleza, pero una coqueta atractiva.+ Esta mujer apasionada, de recia personalidad, anuncia otro tipo imborrable de la literatura universal: la Ana Karénina de Tolstoi.