>La sociedad en la que vivimos, marcada por un progreso tecnológico imparable, demanda unas necesidades que así lo requiere el actual mercado laboral. La respuesta educativa debe ser dinámica, flexible y satisfecha por el actual sistema de formación profesional, que constituye un elemento fundamental de inversión de capital humano y de integración en las políticas de empleo. La Formación Profesional se presenta como uno de los objetivos prioritarios de nuestro país y de cualquiera que se plantee un crecimiento a todos los niveles, tanto económico como tecnológico, pues la sociedad conlleva unos cambios constantes y acelerados que solo podemos atender a través de dicha formación, ya que la misma capacita para el desempeño cualificado de las diversas profesiones, además de dar respuesta a las demandas del mercado de trabajo y también de habilitar al alumno para que pueda enfrentarse eficazmente a los nuevos requerimientos de polivalencia profesional y a la situación actual del empleo. Con la Ley Orgánica 2/2006 3 de mayo de educación se produce una profunda reforma de la Formación Profesional, al integrar el sistema educativo y el sistema productivo, mediante el reconocimiento por éste último de las titulaciones de Formación Profesional y la posibilidad de la formación del alumnado en el entorno laboral. El entorno educativo no puede estar al margen de dichos cambios, los centros educativos desarrollarán y completarán, el currículo de las diferentes etapas y ciclos en uso de su autonomía tal como se recoge en el capítulo V de dicha Ley. Este desarrollo del currículo que establece cada comunidad autónoma se llevará a cabo en los centros educativos, en donde los departamentos de las familias profesionales de formación profesional inicial elaborarán, para cada uno de los módulos profesionales que componen las enseñanzas de los ciclos formativos, las programaciones didácticas, en las que se recogen y desarrollan todos los aspectos incluidos en el currículo que hayan establecido la comunidades autónomas. No podemos ignorar que la programación es un proceso mediante el cual se planifica el trabajo que los profesores/as han de desarrollar con sus alumnos y que dará como resultado un conjunto de unidades didácticas ordenadas y secuenciadas, teniendo siempre como referencia el proyecto curricular de etapa o ciclo formativo. Por lo que mi intención es conseguir que la tarea de programar resulte sencilla tanto para el opositor como para el docente experimentado. Hay que resaltar que se trata de un documento de gran utilidad en el quehacer diario del profesor/as ya que ayuda a eliminar el azar y la improvisación. La finalidad del texto es ofrecer al opositor/a una visión más amplia de la programación, analizando los cambios que se están produciendo en la formación profesional inicial, de los elementos del currículo que lo fundamentan y de las estrategias que debemos seguir para presentar y defender con éxito una programación y una unidad didáctica.
