"Tener en las manos un libro de recetas de sueños es un privilegio; es como un canto a la ensoñación, como una ilusión materializada, como haberlo conseguido con la vara de las hadas de los cuentos que nos leían antes del sueño. Lo pienso y no es fácil, será porque soy un pobre mortal que no recuerda más que las pesadillas, jamás los sueños bondadosos. +Cómo entonces traer del mundo abstracto, del acercamiento apenas al más allá, una alquimia de olores y sabores que puedan adecuarse a esencias materiales, hierbas de olor, verduras, aceites, jengibres, balsámicos y picantes? +Será que en lo sobrenatural hay seres bendecidos, mensajeros del Divino, ángeles de carne y hueso que vinieron a enseñarnos los caminos? Vamos a comer con los sueños de Martha Chapa, vamos a darnos un celestial banquete con lo que sus hadas nos mandaron. Vamos a tener el privilegio de pasear por el paladar y sentir con las papilas un mensaje a nuestro gusto, y con él un llamado a nuestras almas, para que al final entendamos como mortales que comer esto representa acercarnos al paraíso." Roberto Vallarino