urista | 30-04-2021
Escrito no por un doctor en derecho, ni catedrático en la materia, sino por un juez conservador que aprobó la oposición con treinta y tantos años de edad. Tampoco es ni ha sido Juez titular de ningún Juzgado de Violencia sobre la Mujer. De hecho, ejerce como juez instructor donde hay este tipo de Tribunales especializados, con otra magistrada de titular. A la ciencia jurídica no aporta nada el libro y en mi opinión de letrado en ejercicio con más años de los que el autor lleva de juez como instrumento de divulgación lo califico de pésimo al libro. No vale ni el espacio que ocupa en el estante. Eso sí, es mucho mejor que otro anterior, del que no emitiré calificación porque está en al cero contando del uno al diez. Juez aparentemente conservador, en esencia retrógrado, impulsa su imagen (ha querido ser Juez Decano y de hecho lo fue por corto espacio de tiempo; pretendía desde un Juzgado de Instrucción acceder per saltum a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja; etcétera, etcétera) con este tipo de actividades a las que no reconozco un nivel mínimo ni divulgativo ni de promoción de la formación. Escrito en un castellano básico no aporta nada a la ciencia jurídica y es soberanamente soporífero.
urista | 30-04-2021
Escrito no por un doctor en derecho, ni catedrático en la materia, sino por un juez conservador que aprobó la oposición con treinta y tantos años de edad. Tampoco es ni ha sido Juez titular de ningún Juzgado de Violencia sobre la Mujer. De hecho, ejerce como juez instructor donde hay este tipo de Tribunales especializados, con otra magistrada de titular. A la ciencia jurídica no aporta nada el libro y en mi opinión de letrado en ejercicio con más años de los que el autor lleva de juez como instrumento de divulgación lo califico de pésimo al libro. No vale ni el espacio que ocupa en el estante. Eso sí, es mucho mejor que otro anterior, del que no emitiré calificación porque está en al cero contando del uno al diez. Juez aparentemente conservador, en esencia retrógrado, impulsa su imagen (ha querido ser Juez Decano y de hecho lo fue por corto espacio de tiempo; pretendía desde un Juzgado de Instrucción acceder per saltum a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja; etcétera, etcétera) con este tipo de actividades a las que no reconozco un nivel mínimo ni divulgativo ni de promoción de la formación. Escrito en un castellano básico no aporta nada a la ciencia jurídica y es soberanamente soporífero.