Diego Guerrero para Montagud Editores. Sin filtros. Abierto en canal para dejarse analizar y contar la historia de un irreductible. Porque irreductible es aquel que jamás se da por vencido, el que lucha por sus sueños, el que habiéndolos logrado siempre quiere más con un afán desmedido. Porque irreductible es aquel que cuando parece que todo está ya hecho, abre caminos. Porque no hay límites posibles. Afrontar desde el punto de vista editorial un proyecto como éste ha supuesto muchas horas de trabajo, meses de empatía, de sabernos contagiar de esa sana insatisfacción hasta poder lograr el ADN de un cocinero vasco en Madrid que ha sabido reinventarse saliendo de una zona de confort. Diego Guerrero, a solas. Un unplugged en toda regla.Reacción. Y de repente el hilo egipcio desapareció para ir a la esencia, a lo natural, a ese ladrillo a la vista y a los materiales puros como lenguaje universal. Transparencia. La misma que le ha servido para convertirse en un adelantado a su tiempo. Sin quererlo, ha generado un concepto gastronómico único donde todos los aspectos (objetivos y subjetivos) suman para lograr algo
