Ni los guantes de rana, ni las rayas de muerciélago y oveja, ni la flauta hacen reír ya a Roi. Su amiga Magalí tiene que mudarse a otra ciudad. Menos mal que Magali conoce un juego fantástico que les va a permitir seguir siempre juntos.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.