Entre los primeros, el autor ha escogido aquellos que inciden en el ambiente de la publicidad, el mundo operístico, la drogadicción, la vida militar, la inmigración, los ritos funerarios o las diversas obsesiones eróticas de adultos y adolescentes, siempre tratados desde un punto de vista satírico. Mientras que los segundos, mezcla de realidad y ficción, abordan el onirismo, la cábala o la fantasmagoría y son tratados mediante una inquietante inmersión en lo cotidiano.