San Pablo tuvo diferentes razones para escribir esta primera carta a los Corintios. Por una parte parece que ya antes había habido algún intercambio epistolar entre los corintios y el Apóstol. Y esta carta representa la continuación de la comunicación. Además, a lo largo de estos contactos, los corintios le habían planteado algunos temas concretos. Pablo se ha enterado «por los de Cloe», o sea, cristianos pertenecientes a la comunidad cuya presidenta es Cloe y que han ido a visitarle, de algunas circunstancias de la situación en Corinto que le preocupan seriamente. En primer término, el punto de las divisiones entre la comunidad, los desórdenes en las celebraciones eucarísticas, las discusiones y enfrentamientos sobre diferentes puntos teóricos, y sobre todo prácticos, que a veces degeneran en escándalos. Por todo ello se decide a ponerse en contacto epistolar -o quizá a proseguir un contacto ya iniciado anteriormente- con aquella comunidad. Más adelante lo continuará, y ello dará origen a la segunda carta a los Corintios.
