CRISIS EL ETERNO RETORNO, LA

CRISIS EL ETERNO RETORNO, LA

GIL, GONZALO

35,00 €
IVA incluido
No disponible
Editorial:
MARCIAL PONS, EDIC.JURIDICAS SOCIALES SA
Año de edición:
2011
ISBN:
978-84-9768-905-2
Páginas:
352
Encuadernación:
Rústica
Colección:
ECONOMIA
35,00 €
IVA incluido
No disponible

Este libro no pretende establecer conclusiones definitivas sobre las cuestiones derivadas de la crisis ?imposibles en cualquier caso dada la tensa situación que atraviesa la crisis de la deuda soberana?, sino que trata de comprender mejor aquélla analizando su origen y desarrollo, las polémicas que ha planteado, los errores cometidos y lo fallido de nuestra confianza en relación con el funcionamiento de los mercados financieros y su interacción con la economía real. Y, todo ello, buscando soluciones, examinando los diagnósticos y medidas adoptadas, o sometidas a estudio en estos momentos, en los organismos internacionales y autoridades nacionales. El primer capítulo se centra en el desarrollo de la crisis, describiendo las diferentes etapas de la misma hasta el estallido final: ¿Por qué las alarmas fueron, en general, desatendidas? ¿Por qué la excesiva confianza en la eficiencia de los mercados? ¿Por qué falló la supervisión? ¿Por qué se marginaron propuestas y algunas posiciones académicas alimentaron desarrollos que precipitaron la crisis? ¿Por qué los gobiernos mantuvieron una actitud poco activa? Etcétera.
Las respuestas se buscan en los siguientes capítulos: los cambios en la arquitectura financiera, tanto a nivel global con el nuevo papel del G20 y el Consejo de Estabilidad Financiera, como a nivel nacional en las jurisdicciones más importantes (capítulo segundo); la reforma de la regulación, que fomenta un análisis de los desarrollos más importantes relativos al nuevo Acuerdo de Capital y Liquidez (Basilea III), la nueva regulación de las entidades sistémicas, los problemas de los perímetros regulatorios, las agencias de calificación,(capítulo tercero); y finaliza el libro (capítulo cuarto) con un análisis de las tempranas respuestas de los Bancos Centrales que, al inicio de la crisis, ampliaron el arsenal de medidas, olvidando la ortodoxia, y actuando directamente sobre los mercados.