Durante la guerra de los Cien Años, la hija de un jefe de clan escocés y un humilde herrero sienten un amor que los dos creen imposible. Eva MacArthur es la protectora de Innisfarna, isla mágica según una leyenda. Y ahora su tierra y su familia están en peligro de desaparecer bajo las garras de su prometido, un terrateniente ávido de poder vinculado al rey inglés. Desesperada por no perder lo que es suyo, Eva recurre a Lachlann MacKerron, el único hombre a quien ha amado, aunque descubre con horror que las heridas que ha sufrido mientras luchaba en Francia le impiden forjar sus legendarias espadas mágicas.
LA DEFENSORA DE LA ISLA
Según una leyenda, Eva MacArthur debe proteger la isla de Innisfarna con la fuerza de su espada. Y parece que le ha llegado la hora de demostrarlo. Dicen que su padre ha sido ejecutado y su hermano está en prisión. Si no se casa con Colin Campbell, él también morirá. El único capaz de ayudarla es Lachlann MacKerron, por el que siente una pasión que no ha hecho más que crecer con los años y que ha resistido todos los embates de la vida. De su Espada de Luz depende el destino de su pueblo.
EL FORJADOR DE LA LIBERTAD
Lachlann MacKerron, que posee el don de fabricar espadas mágicas, ama a Eva MacArthur, pero parte a Francia a luchar con la guardia escocesa junto a Juana de Arco. Al regresar, hundido y destrozado, se entera de que Eva se ha prometido con un poderoso terrateniente que amenaza con matar a toda su familia si no se casa con él. Sólo una espada con poderes podría liberar a su amada y a su tierra. Y aunque Lachlann se ha jurado a sí mismo no forjar más armas mágicas, el amor por Eva y por su país le llaman a fundir de nuevo los metales de la libertad.
