Siete cuentos que representan a la perfección el singular mundo literario de Roald Dahl. Los millonarios, ya se sabe, se aburren mucho, especialmente si han heredado su fortuna y jamás han dado golpe. Éste era el caso de Henry Sugar, cuyo máximo entretenimiento consistía en ver cómo subían y bajaban los valores en la Bolsa. Un tipo la mar de corriente, si no fuera porque un día, apartado de una partida de canasta por falta de pareja, acabó adquiriendo un extraordinario don: ver con los ojos cerrados.Los demás personajes de este nuevo libro de Roal Dahl tienen también una rareza u otra que les distingue de sus semejantes. Como ese tipo estrafalario y pedante que hace auto-stop y acaba demostrando a su compañero de viaje que es el verdadero rey de un oficio sin par. O como ese chico, veraneante en una isla del Caribe, que es capaza de comunicarse con los animales. Claro que a veces lo extraordinario también puedo ser más bien terrorífico, tal como ocurre con los dos jovenzuelos sin escrúpulos que salen a pasear un sábado por la mañana armados de un rifle del 22. Nada es lo que aparenta ser, nada puede ser lo que parece ser, pero cuando lo cuenta Roald Dahl, todo acaba siendo posible.Porque lo más extraordinario de estas Historias extraordinarias es la destreza narrativa de su autor, su desbordante y malicioso ingenio, su inagotable capacidad de sorpresa, que llevó a Alfred Hitchcock a adaptar para sus series de televisión algunos de sus relatos. Maestro del género macabro y del humorístico, Dahl nos ofrece en este libro una propina inesperada: la divertida historia de cómo acabó convirtiéndose en escritor.