Prólogo
Introducción
Johann Pachelbel. Canon
Joseph Haydn. La creación
Antonio Vivaldi. Las cuatro estaciones
Joaquín Rodrigo. Concierto de Aranjuez
Manuel de Falla. Noches en los jardines de España
Claude Debussy. Claro de luna
Ennio Morricone. La misión
Anton Bruckner. Sinfonía n.º 7
Anton Bruckner. Sinfonía n.º 8
Sarah Brightman. Sinfonía en vivo en la catedral de Viena
Camille Saint-Saëns. Sinfonía n.º 3 con órgano
Wolfgang Amadeus Mozart. Sinfonía n.º 40
Gustav Mahler. Sinfonía n.º 5
Ludwig van Beethoven . Sexta sinfonía (#Pastoral#)
Giovanni Pierluigi Palestrina. Canticum canticorum
Ludwig van Beethoven. Quinta sinfonía
Ludwig van Beethoven. Tercera sinfonía (#Heroica#)
Gabriel Fauré. In paradisum
Gregorio Allegri. Miserere mei Deus
Tomás Luis de Victoria. Improperios
Henryk Górecki. Sinfonía n.º 3 (#Las lamentaciones#)
Andrew Lloyd Weber. Pie Iesu
Karl Jenkins. El hombre armado: Una misa para la paz
Arvo Pärt. Da pacem Domine
Antonín Dvorak. Sinfonía del nuevo mundo
Johann Sebastian Bach. Cantatas de Navidad 40, 63, 91, 110, 147 y 191
Georg Friedrich Händel. El Mesías
Maurice Ravel. Navidad de los juguetes
Gustav Mahler. Sinfonía n.º 2 (Resurrección)
Georg Friedrich Händel. Iudas Maccabeus
Ludwig van Beethoven. Novena sinfonía (#Coral#)
Ígor Stravinsky. Padre nuestro
Franz Schubert. Ave María
Francesco Durante. Magnificat
Giovanni Battista Pergolesi. Stabat Mater
Claudio Monteverdi. Salve Regina
Wolfgang Amadeus Mozart. Ave verum corpus
César Franck. Panis angelicus
Marco Frisina. Pan de vida nueva
Heinrich Schütz. Alma de Cristo
Georg Friedrich Händel. Largo (#Ombra mai fù#, de Xerxes)
Marc-Antoine Charpentier. Te Deum
Ígor Stravinsky. Sinfonía de los Salmos (Salmos 38, 39 y 150)
Gustav Mahler. La canción de la tierra
Anton Bruckner. Sinfonía n.º 5 (#De la fe católica#)
La novedad del presente poemario La música en el alma es la presencia constante de la música en armonía con las palabras. Los temas reflejan una singular mirada al mundo exterior desde la profundidad de las intensas emociones que la música produce. Son la expresión de las vivencias tristes o gozosas que Miguel de Santiago descubre para sí y para el lector en una prosa lírica llena de musicalidad.
De la lectura de La música en el alma se deduce, entre otras muchas cosas, la captación que hace el poeta de la función que la música y la poesía ejercen en su ánimo, como una aproximación a una realidad más deseada que existente en la que el hombre es sujeto del escenario descrito y centro del ser enamorado del Amor divino, expresado mediante la oración inspirada en el mundo de la música.
