En la Edad Media eran bien conocidas las relaciones comerciales realizadas entre Flandes y España. De ellas existe una, en especial, poco estudiada. Nos referimos al comercio de las laudas funerarias realizadas en latón. Durante sus viajes a Flandes, los mercaderes españoles se interesaron por estas bellas piezas, utilizadas para identificar los enterramientos en los pavimentos de las iglesias. La valoración de su artístico dibujo, la notable destreza técnica con la que eran elaboradas y su gran efecto decorativo les impulsaría a encargar obras semejantes para sus sepulturas, iniciándose su importación. Mediante esta investigación, Ronald Van Belle, especialista en el arte funerario flamenco, las sitúa en su contexto, valorando el papel desempeñado por los comerciantes e incluyendo referencias a varias obras ya desaparecidas. Además, se estudian las diez laudas conservadas de origen flamenco de Sevilla, Castro Urdiales, las dos de Lekeitio, Solsona, Tarragona, Artea, Bilbao, Avila y Vitoria-Gasteiz, a las que se suma una más en Zaragoza, de origen local pero muy influenciada por la producción flamenca. Estas son descritas y comentadas con detalle, acompañadas por un abundante repertorio gráfico, al que se añaden datos biográficos de sus propietarios, de gran interés para entender cómo llegaron estas laudas hasta nuestro país. El presente libro constituye, en suma, una aportación inédita y fundamental para conocer en profundidad estas excepcionales obras del arte funerario, mediante las cuales, dignatarios de la iglesia, caballeros y mercaderes españoles expresaron su orgullo y su escala social, contribuyendo a enriquecer notablemente nuestro patrimonio histórico artístico.
