Este libro constituye en primer lugar una reflexión sobre las formas que toma el conocimiento de lo humano, puesto que Tzvetan Todorov plantea la relación existente entre hechos y valores, verdad y ficción, interpretación y elocuencia, y a la vez examina la función del intelectual contemporáneo. Pero la obra es al mismo tiempo una puesta en práctica de la "ciencia moral y política": +cómo vivir la libertad en el interior de una sociedad? Si a Sócrates le gustaba describirse como un tábano pegado al lado de la ciudad, aguijoneándola sin tregua, +cómo imitarle hoy en día, cuando las ciencias humanas y la historia parten de un sueño totalmente distinto, tomar los hechos sin ofrecer ningún juicio, tratar de lo humano como si no fuera tal? Para criticar lo que es, +no hace falta creer en lo que debería ser? El texto trae así a la memoria hechos e interpretaciones -como la colonización o la conquista de América vista por los aztecas-, resucita debates de épocas muy variadas- entre Sócrates y los sofistas, Montaigne y Montesquieu, Spinoza y Locke, el vizconde de Bonald y Benjamin Constant, Léo Strauss y Raymond Aron-, y, sobre todo, a lo largo de estos recorridos, procura no perder de vista lo esencial: las morales de la historia