Esta novela comenzó a escribirse con el título "Paisaje marítimo sin mar con figuras". Extremadura es el paisaje donde se desarrolla esta historia marina en que la gran llanura acuosa está ausente y donde dos figuras se consumen en la consecución de sus imposibles delirios marineros: un abuelo cuyas obsesiones marinas intenta suplantar construyéndose sus propios mundos marinos y una nieta que vive con el anhelo de ver el mar en compañía de su abuelo desaparecido cuando era niña: "revesinus", pretensiones con propósitos de cumplimiento. Para narrar esta historia el autor utiliza el lenguaje extremeño para acercarnos este mundo tan ajeno a la forma de vivir en estas tierras y a la idiosincrasia de sus gentes, recurriendo también a la objetividad del narrador (en tercera persona), la subjetividad de uno de los personajes (en primera persona) y la colaboración de otro relacionado con éste contando (en segunda persona) semblanzas de un tiempo en su vida.