"? no debemos esperar la felicidad en la vida sino sólo disfrutar de ella cuando surja. Estamos aquí para cumplir nuestro deber; no sabemos cómo ni por qué y tampoco necesitamos saberlo; no sabemos a qué precio y tampoco debemos preguntarlo. De un modo u otro, hemos de intentar ser buenos aunque no sepamos qué es la bondad; hemos de intentar llevar la felicidad a los demás aunque no sepamos de qué va a servir". Esta y otras reflexiones hace Stevenson en este sermón laico que es una luz en la oscuridad prendida por un hombre que buscó regresar a la sencillez como expresión de una ardiente sed de felicidad.