En su niñez, Pablo pintó dos palomas blanas. Un día, notó que sólo quedaba una. La otra había echado a volar. Desde ese momento, Pablo recorrió el mundo dibujando y pintando mientras buscaba su paloma.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.