Estamos inmersos en una sociedad dinámica, cambiante, en la que los avances científicos y técnicos son tan vertiginosos que lo que ayer era novedoso en un mañana cercano se considera obsoleto. Espreciso un cambio en la mentalidad investigadora y en la aplicación técnico-industrial de todo lo descubierto y experimentado sin olvidar, lógicamente, lo que esto supone en la economía y en el progreso de las gentes.