Los rumores llegaron hasta Ricardo y, viendo que sus hombres necesitaban recuperar la confianza, se desprendió del casco y lo arrojó al suelo, espoleó su caballo y se adelantó mientras la caballería sarracena continuaba arcándos
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.